martes, 16 de septiembre de 2014

"El maltrato intragénero está en la misma situación que las mujeres maltratadas hace 30 años"




Ángel Ramos
11 Julio 2014
  Isidro García Nieto (trabajador social), Lidia Mendieta (psicóloga y perito) y Juan Macías (psicólogo) son los coordinadores de esta iniciativa pionera en España.



¿Qué datos podéis ofrecernos sobre la situación actual de la violencia intragénero en España? ¿Es un fenómeno raro o es más habitual de lo que pensamos?
La escasez de datos sobre el fenómeno en el territorio español es una de las cosas que impulsa el nacimiento de SAVI (Servicio de Atención de la Violencia Intragénero). A día de hoy el único estudio que se conoce sobre la violencia intragénero y el gran referente sobre este tema en nuestro país es el de la Asociación Aldarte, según este estudio el 59,1 % de las personas que contestaron a la entrevista han sufrido o están sufriendo maltrato por su pareja del mismo género. Es una estadística alarmante.
En estados Unidos (el Consejo de Crimen y Justicia de Minneapolis) se señala que los estudios llevados a cabo en territorio estadounidense demuestran que existe la misma frecuencia en el maltrato intragénero que en el maltrato de género y que los niveles de severidad de la violencia son los mismos, las víctimas de la violencia intragénero son maltratadas, insultadas, humilladas y a veces asesinadas por sus parejas. En la misma línea la Coalición Nacional de Antiviolencia, 2002, señala que la proporción de maltrato intragénero es similar en frecuencia al maltrato de género.
Desde SAVI entendemos la necesidad de estudiar este fenómeno más en profundidad pero los datos iniciales señalan que es una dramática realidad mucho más frecuente de lo que se cree y que probablemente se da con la misma frecuencia que el maltrato de género, por lo que actualmente hemos diseñado una encuesta sobre este fenómeno para poder recopilar más datos y llegar a saber la extensión real del fenómeno, os animamos a contestarla.
El tema de la violencia en el seno de las parejas del mismo sexo sigue siendo un tema muy silenciado, ¿a qué se debe esta invisibilidad?
Por un lado el estudio de ALDARTE demostró que solo el 10-12% acudían a recursos fuera de su familia o amigos, por lo que normalmente esta violencia se suele resolver en la intimidad y por ello no es visible a las instituciones o el resto de comunidad.
Otro factor es que las propias características del maltrato lo impiden, igual que en la dinámica de la violencia de género, elementos como el llamado ciclo de la violencia, la dependencia emocional, la culpa, el aislamiento y el vínculo dificultan que la víctima pida ayuda.
Por otro lado, si la víctima del maltrato se suele encontrar aislada del mundo por su pareja en el caso intragénero la cultura dominante ayuda al agresor LGTB para aislarla aún más ya que cuenta con la complicidad de una sociedad y un sistema asistencial que no reconoce estas agresiones como legitimas para recibir el apoyo y asistencia externa (como si ocurre en la violencia de genero).
La orientación sexual (su visibilidad familiar, social o laboral) puede ser un elemento de chantaje o agresión más (“te voy a sacar del armario en tu trabajo si me dejas”, “se lo voy a decir a tu madre”), específico de este tipo de relaciones. Igualmente, la bifobia y homofobia, interiorizadas a nivel familiar o social, debilitan y hacen más vulnerable a la persona implicada en una relación violenta.
Por último es necesario señalar que la evolución sociocultural que ha tenido la mujer en estos años para identificar una situación de maltrato y sentir el respaldo profesional, legal y social que reconoce estas situaciones y las censura, no ha tenido lugar con las víctimas de violencia en parejas LGTB, existe una dificultad para identificar y reconocer la violencia en pareja.
Por tanto podemos afirmar que el maltrato intragénero hoy está en la misma situación que estaban las mujeres víctimas de maltrato hace 30 años. No se veían a un nivel público y por ello se infería que no eran muchas.
¿Qué diferencias existen entre la violencia en una pareja del mismo sexo y en una heterosexual?
La esencia del maltrato es la misma, radica en el control que un miembro de la pareja trata de conseguir sobre el otro por medios coercitivos, y las agresiones son del mismo tipo: físicas, psicológicas y sexuales, con la misma escalada de violencia, los mismos mecanismos y manipulaciones.
Las razones por las que las víctimas mantienen la relación abusiva son también las mismas que se han estudiado ya extensamente en el maltrato sobre la mujer: la creencia de que el maltratador cambiará, que quieren a su agresor, el miedo a las represalias, la dependencia emocional, el miedo a no encontrar ayuda, falta de habilidades, etc.
No obstante las personas que ejercen maltrato o violencia en pareja, reflejan su contexto, explotan las vulnerabilidades y juegan con los valores y recursos (o falta de ellos) de la comunidad para obtener ventaja. Como resultado, la violencia en las relaciones LGTB pueden presentarse de forma diferente: la homofobia puede contribuir a su aislamiento, no hay ninguna ley que ampare a las víctimas por lo que el miedo y la falta de protección puede alargar la relación violenta, el maltratador puede amenazarle con sacarle del armario, etc...
¿Cuál es el perfil del agresor en una pareja del mismo sexo? ¿A qué suele responder esta violencia?
En la violencia de género se afirma que no hay un perfil de maltratador único, que hay una serie de características que se suelen dar con mayor frecuencia en los agresores, y también en la víctimas, como por ejemplo falta de seguridad, violencia en su familia de origen, déficit en el control de impulsos, etc.
En la violencia intragénero no creemos que haya tampoco un tipo de agresor único, son muchas cosas las que pueden influir a la hora de maltratar, habrá personas simplemente inseguras y muy celosas que tienen problemas para controlar su ira y habrá personas con verdaderos trastornos de personalidad, no se puede simplificar a unos cuantos tipos de agresor y menos aún a un perfil de agresor único pero desde SAVI estamos estudiando cuáles son esos factores de vulnerabilidad que pueden predisponer a una persona gay o bisexual a maltratar a su pareja del mismo género y si pueden ser diferentes a lo que ocurre en una pareja heterosexual.
Pero la violencia está claro que obedece a lo mismo tanto en el caso de género como en el intragénero: el tratar de conseguir el poder sobre la otra persona. Es el medio para conseguir un fin: el control de su víctima.
Hay diversas maneras de ejercer violencia, pero ¿qué formas suele adoptar en estos casos?
Como hemos mencionado anteriormente: las mismas. El maltrato psicológico, físico o sexual puede llevarse a cabo tanto en parejas heterosexuales como homosexuales o bisexuales.
Al final los mecanismos en los que la violencia se ejercen son los mismos, pero a veces es especialmente difícil reconocerlos en el caso del maltrato intragénero porque hay muchísimos mitos muy dañinos: ¿Cómo una chica puede violar a otra? ¿Cómo un chico puede pegar a otro si tienen la misma fuerza? ¿Si un chico obliga a otro a tener una relación sexual no están simplemente en una relación sado maso? Hay demasiadas ideas preconcebidas sobre este tema que dificultan su tratamiento y visibilidad.
Ahora bien, sí que es más frecuente, debido a los roles de género que nos han inculcado que la chicas ejerzan un maltrato más psicológico y los chicos puedan llegar al físico con más facilidad pero al final son los dos igual de graves, de hecho ha sido demostrado que el maltrato psicológico puede dejar muchas más secuelas y más duraderas que el maltrato físico.
Debido a su invisibilidad, hay muy poca información sobre esta realidad y cómo abordarla. ¿Qué herramientas y mecanismos tiene a mano una persona víctima de violencia intragénero para poder atajarla?
Aparte de los recursos personales que pueda poseer: su apoyo familiar, social, sus recursos económicos o sus propias características psicológicas, hay pocos recursos específicos disponibles donde puede acudir, aún es un fenómeno que no tiene la consideración o entidad que debería.
Hasta la creación de SAVI no tenemos constancia de que haya habido un servicio especializado exclusivamente en violencia intragénero y en su estudio, tratamiento y difusión. A nivel público o de instituciones hay un gran vacío, este vacío es compensado dentro de sus posibilidades por servicios de voluntarios en asociaciones y colectivos LGTB y por algunos recursos profesionales generalistas, dentro de estos encontramos el CAF (Centro de Atención a las Familias), el PIATH (Programa de Atención a Transexuales, Homosexuales y Bisexuales de la Comunidad de Madrid) y hace poco en COGAM han creado hace poco una asesoría para el maltrato intragénero y también en su día Aldarte publicó el estudio que hemos mencionado y difundió información sobre la violencia intragénero.
Y a nivel legal o asistencial la situación es muy deficiente, la ley de violencia de género no recoge otra violencia que no sea la del hombre sobre la mujer y todos los servicios están diseñados desde una perspectiva de género excluyente, por lo que en el caso de las parejas del mismo sexo quedan fuera del sistema de asistencia. No son atendidos.
Si alguien del ámbito LGTB denuncia a su pareja por malos tratos, esta denuncia será tratada teniendo en cuenta la gravedad de las lesiones, pero no se le podrá aplicar como tal la ley con la consideración de violencia doméstica, por tanto se le aplicarán las mismas leyes que a cualquier otra agresión en cualquier otro ámbito; es decir, tendrá la misma consideración la lesión producida, por ejemplo, por un desconocido en un altercado en una discoteca, que la lesión que un chico puede producir a su pareja masculina, sin tener en cuenta si este abuso es reiterado, o sin establecer de antemano una orden de alejamiento. Aparte de la burla o el menosprecio que puede recibir por parte de los implicados en el sistema legal o asistencial. Por lo que muchas veces una denuncia en lugar de mejorar la situación la empeora.
¿Cuál es vuestra actividad en el Servicio de Atención a la Violencia Intragénero?
SAVI es una iniciativa privada sin ánimo de lucro, en la que un grupo de profesionales especializados en población LGTB y en violencia, ofrece un servicio de información y atención especializada y profesional. Invitamos a todo el mundo a conocer el proyecto en nuestra página web.
Con vocación integradora en relación al sistema de atención general y específico LGTB, desde SAVI conformamos un grupo de trabajo con tres grandes objetivos. La sensibilización, información e investigación sobre la realidad de la violencia de genéro. Realizamos charlas, conferencias y talleres vivenciales en relación a la violencia de género, como actividades de sensibilización y prevención; apoyamos activamente la difusión de los estudios e información existentes sobre el tema e iniciamos nuestro propio estudio sobre la realidad de la violencia intragénero a nivel nacional; ofrecemos información a los profesionales que nos la soliciten y cursos formativos que posibiliten el mejor tratamiento de este fenómeno (a trabajadores sociales, policía, psicólogos, enfermeras, médicos...); la información, asesoría y atención Psicosocial especializada y profesional para las personas implicadas en una relación de violencia en pareja.
Desde SAVI ofrecemos servicios gratuitos como la primera Atención recepción, información y asesoría psicosocial sobre las situaciones de violencia en parejas LGTB, información sobre recursos y recomendaciones ante el marco legal y asistencial y asesoría psicológica especializada, apoyo y contención emocional, frente a las dificultades asociadas a la violencia en pareja, pautas de autocuidado y gestión. En su caso, información y derivación a recursos.
También ofrecemos servicios Subvencionados como atención psicológica especializada en violencia en pareja LGTB, (ofrecemos un descuento del 25% y además contamos con plazas gratuitas para casos de especial necesidad, las cantidades abonadas sirven para permitir el mantenimiento del proyecto y de los servicios gratuitos). No es un servicio exclusivo para las víctimas, cualquier persona implicada en una dinámica de violencia puede acudir. No necesariamente trabajamos de forma individual o unilateral.
Nuestro equipo de trabajo multidisciplinar, está compuesto por profesionales de la psicología, el trabajo social, la terapia sexual, el peritaje psicologico, la investigación, la formación, el manejo de grupos y terapia Gestalt, que están especializados en población LGTB y en violencia desde hace más de 10 años y que desempeñan su labor profesional de manera no lucrativa en este proyecto.
La coordinación del proyecto corre a cargo de tres profesionales, Isidro García Nieto (trabajador social), Lidia Mendieta (Psicóloga y perito, www.terapiaypericial.com) y Juan Macías (Psicólogo, www.psicologojuanmacias.es). Especializados el población LGTB y en violencia desde hace más de 10 años, tenemos experiencia específica en la atención a violencia en el entorno familiar en sus múltiples formas (violencia de género, violencia a menores, intervención con personas que ejercen maltrato, violencia en pareja del mismo género, intervención con menores afectados por la violencia en pareja, etc.) y experiencia específica en la atención a la violencia intragénero en diversos espacios, públicos y privados a través de estos años .
Según vuestro criterio, ¿cuáles son las necesidades más urgentes para crear conciencia de estas situaciones y para que las personas sepan cómo manejarlas?
Creemos que debería seguir un camino muy parecido al que siguió la violencia de género, primero el fenómeno se visibilizó, se empezó a ver en la tele, se empezó a hablar en las calles, empezó a aparecer la realidad dramática que tantos años había estado oculta. Y ante esta necesidad la sociedad respondió con la creación de la Ley de Violencia de Género, con todo lo que ello implicó, recursos legales específicos: orden de alejamiento, pensiones, casas de acogida, etc... Y con ello la necesidad de la formación a profesionales, surgieron estudios específicos sobre el tema, se empezó a impartir formación en las universidades, etc.
Por ello en SAVI no solo queremos tratar el fenómeno desde una perspectiva puramente asistencial, sino que queremos estudiar el fenómeno, difundirlo e informar a la sociedad de que es una realidad, igual que lo es el maltrato de género. Queremos exigir los mismos derechos y los mismos recursos y que por fin sea tratado con la consideración que debería. Por eso actuamos desde una triple vertiente: la asistencia psicológica y/o social, la formación a profesionales y la difusión y estudio del fenómeno, ya que opinamos que es igualmente urgente que los implicados reciban ayuda y que la sociedad despierte y se conciencie. Solo así podremos ser considerados iguales y tener los mismos derechos.











No hay comentarios:

Publicar un comentario