Por fin una buena noticia desde Alemania. El estado de
Baviera, gobernado por la conservadora Unión Social Cristiana (CSU), ha
aprobado un nuevo plan educativo en el que por primera vez se menciona de manera explícita el reconocimiento de las diferentes orientaciones sexuales e identidades de género.
El Gobierno bávaro ha presentado recientemente las nuevas directrices sobre educación familiar y sexual en el mayor Land alemán. El programa educativo, que entrará en vigor próximamente, establece la obligación de los centros docentes de ayudar a los alumnos a “encontrar y aceptar su identidad de género y su orientación sexual”. En las aulas bávaras se hablará de “la diversidad de las formas de vida y de los temas hetero, homo, bi, trans e intersexualidad”, según el texto aprobado que sustituirá al actual, vigente desde 2002.
La medida impulsada por el gobierno de Baviera supone un avance
indudable en el reconocimiento de la diversidad afectivo-sexual en el
ámbito educativo. Sorprende especialmente que haya sido impulsada por la
CSU, el partido bávaro hermano de la CDU de Merkel, pero considerado
más conservador que esta. Con todo, el plan educativo se queda corto en
algunos aspectos, como la ausencia de una mención a las familias
homoparentales o a la lucha contra el acoso escolar motivado por la
homofobia y transfobia.
En este sentido, la propuesta presentada hace poco más de dos años
por Los Verdes ante el Parlamento regional era más ambiciosa, al
incluir la formación del personal docente en el respeto a la diversidad y
la lucha contra la discriminación, así como la redacción de un código
de buenas prácticas para enfrentarse al acoso escolar. El proyecto se
topó entonces con el rechazo de la CSU, que gobierna con mayoría
absoluta.
A pesar de sus evidentes limitaciones, el nuevo plan educativo supone
una mejora sustancial con respecto a la situación actual. Especialmente
en un contexto de especial beligerancia contra la diversidad
afectivo-sexual en las aulas, que se ha materializado en el movimiento Demo für alle. Sus integrantes, con el apoyo de la formación de derecha populista Alternativa para Alemania (AfD), protestaron enérgicamente contra
un proyecto similar, pero más ambicioso que el bávaro, en el estado
vecino de Baden-Wurtemberg. El Gobierno saliente de este Land ha aprobado, entre sus últimas medidas, la entrada en vigor del plan educativo. Pocos días antes, la AfD rechazaba la enseñanza de la realidad LGTB en el ámbito educativo.
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